El desarrollo intelectual es un proceso a lo largo de la vida. No es una cualidad que se tenga por si misma. Para desarrollar la inteligencia, debemos entrenarla al igual que un atleta entrena su cuerpo. Hay varios ambientes dentro de nuestro entorno que pueden favorecer la mejora de nuestra capacidad de asimilar nuevos conocimientos. Para lograr seguir las materias que se presuponen para una determinada edad, las escuelas ponen lo que se llama las “aulas de apoyo”(en nuestro colegio tenemos la suerte de tener este tipo de aulas, no es así en todos los centros). En estas aulas, los escolares reciben una atención especializada y adaptada a sus necesidades, es lo que se llama “Atención a la diversidad”.
La diversidad la forman los alumnos de diferentes niveles académicos, que necesitan de una supervisón un poco más especializada y cercana, ya sean nacionales o extranjeros afincados en nuestro país. Se estudian los casos por separado y se diagnostica el tipo de ayuda que necesitará el alumnos en cuestión. En estos casos los alumnos van consiguiendo seguir los objetivos mínimos que se solicitan para su edad.
Sirve de poco el esfuerzo que se hace dentro de un aula de apoyo, si en casa no hay seguimiento por parte de los padres. El otro eje importante dentro del desarrollo de la capacidad intelectual de los jóvenes, es el ambiente familiar. Aquí tenéis mi propuesta, para que con vuestros hijos toméis las riendas de su desarrollo y madurez intelectual.
Lo que le propongo es más trabajoso que difícil, pero necesita mucha paciencia y constancia.
-
Lo primero, lo primero; ¿Hasta que punto conoces a tu hijo?, ¿Sabe cuál es o ha sido su profesor favorito?, o ¿Cuál es su color preferido?, ¿Que quiere ser de mayor?, ¿Qué libro le ha gustado últimamente? ¿De qué trataba su último examen? Si no conoces la respuesta, por lo menos de la mitad de las preguntas, deberías replantearte qué relación quieres tener con tu hijo. Comparte al menos 15’ al día para estar mejor informado de la vida de tu hijo. Si muestras interés por sus tareas escolares, tu hijo lo considerará como algo importante.
-
Planifica; tener un horario planificado de las tareas que debe de acometer tu hijo, le dará seguridad. La falta de límites o vivir sin reglas hace que su vida se mueva como un tío vivo. Ponle límites a las horas de tele. La falta de horas de sueño, los convierte en niños hiperactivos. No planifiques todo, deja espacios para la diversión y el juego.
-
Crea un ambiente de aprendizaje propicio; disponer de diccionarios adaptados a sus posibilidades, enciclopedias que sirvan de ampliación de su formación…
-
Internet, Si o No; habría que ver su uso, ya que en la mayoría de los casos un ordenador en casa puede causar más problemas que beneficios. Si le es necesario, siempre pueden acudir a la biblioteca y hacer las consultas que necesiten. Si se opta por la adquisición del aparato, habría que delimitar y consensuar el uso del mismo. Pero lo que más va a ayudar a tu hijo, es tu colaboración y estar presente en el día a día.
-
Fórmate; la manera de aprender de tu hijo, va ir siempre marcada por lo que hacen sus padres. Los niños son grandes modeladores, y van adquiriendo las destrezas que ven en sus padres. Si el niño percibe que sus padres tiene inquietudes por aprender, su hijo emulará esta cualidad. Tener mayores conocimientos, te dará una perspectiva mucho más amplia sobre tu mundo y el de tus hijos.
Debemos rebelarnos contra la ignorancia, empezar el camino en busca del conocimiento es otra forma de respeto hacia ti mismo y hacia los demás. Serás menos manipulable, más sereno, más concienciado, más tolerante, más flexible, respetando las opiniones de otros, y manteniendo nuestra propia opinión.
Ya lo dicen las antiguas escrituras,“ La verdad os hará libres”.
Francisco Beltrán
Pedagogo Social