Es una de las ironías de la vida, vamos por la vida intentando aparentar y olvidando ser. Es curioso que lo que menos impacto tendrá en nuestra vida consuma tanta energía, creemos que nuestra imagen dice lo que soy, pero la cruda realidad es que nuestra imagen solo dice lo que aparento. El cuerpo que tengo no dice quien soy verdaderamente, solo es un resultado. Es el resultado de unas decisiones tomadas en el pasado, pero de ninguna manera significa lo que soy.
La felicidad resulta de vivir y aceptar el cuerpo que tengo, es un primer paso para conocernos un poco mejor y empezar a respetarnos, para que los demás también nos respeten. Estamos invadidos por mensajes de gente irreal que está sometida a grandes tensiones para mantener un aspecto que no se ajusta a los patrones de nuestra sociedad. Hay cantidad de productos para parecer jóvenes y estamos tan obsesionados con nuestro aspecto, que olvidamos cuidar lo más preciado de nuestro cuerpo; nuestro cerebro.
Si tuviéramos tantos productos para hacernos inteligentes como los hay para el cuidado de nuestro envoltorio, seguramente no necesitaríamos de todo lo que enmascara nuestro aspecto, tendríamos esa seguridad que nos haría felices siendo como somos.
Si reflexionamos sobre lo que hemos hecho y seguimos haciendo y somos honestos con nosotros, podremos discernir entre lo que somos y lo que parecemos. Resulta curioso pero el resultado no es una casualidad, nuestro cuerpo en la mayoría de los casos, te paga con la misma moneda que tu le entregas.
Así que si quieres otro aspecto, cambia de hábitos y poco a poco encontraras los que quieres. No existen los atajos, solo la paciencia y la perseverancia te conducirá dónde tú quieras estar.
Extraído del libro La buena Vida. A.Rovira
La vida se va construyendo entre el azar y la responsabilidad. A.Schopenhauer escribió; El azar reparte las cartas pero nosotros las jugamos. Asumir que todo es azar es una irresponsabilidad, y creer que nosotros somos los creadores de todo, también lo es. El problema lo tenemos en la dosis, debemos ir paso a paso y saber a donde nos conduce el camino que hemos tomado. No existen los atajos, el trabajo duro y la perseverancia hará de nuestra vida, el motivo de vivirla.
Francisco Beltrán
pues mas que cualquier movimiento,
la sabiduria es movil;
lo atraviesa y penetra todo
debido a su pureza.
Mi querido amigo, estoy contigo, y añadiría, que también tienes que dejar que esa luz te penetre.