Se han acabado las vacaciones, tengo la sensación de que todo ha sido un sueño, he llegado y parece que el tiempo se ha parado y que lo vivido solo ha sido un suspiro. Creo que el dinero mejor invertido de mi vida es, el que me he gastado viajando. Conocer otras gentes y sus costumbres te abre los ojos a otras formas de pensar y hacer, cosas que nosotros hemos ido perdiendo, por creer que no eran importantes.
Conocer a otras culturas próximas a nosotros, nos hace personas con una visión de la vida más tolerante. También nos abre los ojos a situaciones que de otra manera no conoceríamos. Tenemos que saber que existen muchas probabilidades de tener una vida diferente, debemos de dejar nuestro círculo de comodidad y salir fuera para descubrir nuevas posibilidades.
Evidentemente da miedo el no saber lo que nos depara la nueva posibilidad. La vida es demasiado corta para esperar que sucedan las cosas, tenemos que ser artífices de lo que nos sucede.
Salir de nuestro entorno nos paraliza, pero peor es no haberlo intentado y llevar esa carga durante toda nuestra vida. Lo cierto es que la vida es corta y debemos aprovecharla al máximo. No sé lo que pasará mañana, pero lo que sí sé, es que si no salgo de la rutina, no cambiará nada y seguiré creyendo que es demasiado tarde para cambiar de aires, y me convenceré de que solo era un sueño.
El tiempo es finito, hay que gestionarlo de forma compulsiva, como si fuera dinero. No podemos esperar que alguien venga a rescatarnos, hoy debemos decidir que somos nuestro propio equipo de rescate, y que nadie más puede hacer las cosas por nosotros. Como dice Og Mandino –Por mucho que creas, siempre es más tarde de lo que piensas-.
y tú ¿qué piensas hacer?
Francisco Beltrán Ortín
El Blog de Francisco Beltrán - Mentes Abiertas 