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Eres la persona viviente más importante que existe en este momento. [Piensa acerca de ti mismo: en toda la historia de la Tierra, jamás hubo nadie exactamente igual a ti, y, en toda la infinidad del tiempo futuro, jamás habrá otra igual].
Eres el producto de tu herencia, ambiente, cuerpo físico, conciencia y subconsciente, de tu particular situación y orientación en el tiempo y el espacio… y algo más, no puedes olvidar los poderes conocidos y desconocidos.
Tu tienes el poder de influir, utilizar, controlar o mantener relaciones interesantes con todos esos poderes. Y tu puedes dirigir de forma positiva tus pensamientos, controlar tus emociones y ordenar tu destino con una actitud positiva. Porque tu eres una mente con un cuerpo. Y tu mente consta de dos gigantescos poderes invisibles: la conciencia y el subconsciente.
Uno es un gigante que nunca duerme, el subconsciente. El otro es un gigante que, cuando duerme, carece de capacidad y cuando se despierta, su capacidad potencial es ilimitada. Este gran poder que tienes se denomina conciencia. Cuando ambos gigantes funcionan en armonía, pueden influir, utilizar, controlar o mantener relaciones armoniosas con todos los poderes conocidos y desconocidos. Tu ordenas y ellos obedecen, es como el genio de la lámpara de Aladino, pide y se te concederá. Funciona en ambos sentidos, si pides felicidad se te concederá, si pides depresión, se te concederá. Somos lo que creemos que somos, y nos convertimos en lo que practicamos. Si prácticas la sonrisa amable, el saber estar, el respeto, la humildad serás una persona optimista, con una buena autoestima. Desgraciadamente en el otro sentido funciona mucho mejor, si eres amigo de la crítica, del enfado, del engaño, del aprovecharse de las situaciones sin tener presente a como afecta a los demás, en eso te convertirás, una persona arrogante, con pocos amigos, vivirás una mentira auto-justificándote que los fines justifican los medios.
Para demostrar un buen nivel de autoestima, la grandeza está en la humildad, las personas verdaderamente grandes, son personas sencillas, positivas, naturales, con carácter, y una honestidad intachable. Aprender a sentirse a gusto con uno mismo es una demostración de humildad, y a la vez de sentido común, si dejamos que otros opinen sobre nosotros y damos crédito a sus comentarios, minará nuestra autoestima. Será lo que esa persona piensa, no la realidad.
Somos libres de decidir como queremos sentirnos. Haz la prueba, el próximo día levántate y sonríe… sonríe a todo el mundo, verás como cambia todo. Igual te gusta los que experimentas y decides repetir… y tal vez se convierta en una hábito.
La forma de encontrar la felicidad, es haciendo felices a otros, sin esperar nada a cambio, por el mero hecho de sentirte mejor. No lo olvides, los días siempre son: MUY BUENOS DÍAS.
Abraham Lincoln dijo en cierta ocasión:“He observado que las personas son tan felices como se lo hayan propuesto”
Francisco Beltrán Ortín